El rechazo me precede
por no alimentarme de sus tentempiés,
si me eduqué de una manera
no determinará que seré igual.
La locura me susurra
que a sus exigencias no sucumba,
que si replico sus actuares
seré una oveja más en esta llanura.
No hay disculpas
a mi supuesta imprudencia,
lo subversiva corre por mis venas.
De tu actuar me alimento,
de tu rebeldía me arropo,
de tu valentía me lleno
esta inobediente alma
que ambos compartimos;
tu con tus revueltos
en los años sesenta,
me ves replicar,
y sin callarme, en estos veintes.
Nos ven como chiflados,
descontrolados, insensatos;
entre nosotros
nos aplaudimos la insumisión.