Aborrezco el dicho
"el que calla otorga",
como si nuestro silencio
siempre fuese afirmativo
a la imposición de nuestro cuerpo.
Aborrezco tomar mi autonomía,
caminar por estas manchadas calles
para ejercerme libremente
y que termine complementando sus matices.
Aborrezco este miedo,
aborrezco esta sociedad misógina
que en su ironía halaba a una mujer
y al resto de nosotras nos reprime.
A ellas las amo,
las admiro por su valentía,
su coraje y nunca dejarse.
Juntas
transformaremos los matices,
transformaremos la ciudad;
vestiremos de morado las avenidas
y revolucionaremos esta sociedad.
Haremos de este mundo menos carmesí.