En un baúl con cerrojo
yace mi colección de llaves;
colección de ciertos lugares,
amores y amistades
que, como el cerrar de mis ojos,
fueron un parpadeo.
Acumulo mis memorias,
persisten vivas en mí
y evitan tentarme al olvido
de mis acciones
y de quien soy hoy.
Las mantengo al pie de la cama
donde pueda verlas en la oscuridad
y no contemplar sorpresas del pasado,
pero sí recordarme que los miedos,
los dolores, los quiebres
y los amores queman,
sólo debo seguir viviendo.