Hay imaginaciones que lloran.
Son solitarias como la luna.
Cubren en mantos de tormentas
las angustias del corazón.
Hay imaginaciones que arden
tan grandes como el sol.
Desean curarse las quemaduras
que les ha dejado esta prisión.
Hay imaginaciones
tan oscuras como esta noche.
Calladas, con brillos estelares
que marcan la posibilidad de mis sueños.
Lejos de ataduras,
lejos del sufrimiento.
¿Acaso tendré un día con brillos naturales
lejos de los reflectores?
Aquellos que engañan
y no sólo a mí.
Hay imaginaciones que anhelo.
Me reflejo libre y feliz.
No quiero seguir encerrándolas en la mente,
yo las quiero vivir.