Seguimos habitando las vías nocturnas;
aún con daños en el cuerpo
y con el corazón herido,
marchamos con firmeza
para perdurar en tus días.
Buscamos
que se nos respete la luminosidad,
incluso en los rayos de tu sol.
Estamos cansadas de ser sombras,
de no ser tan luminosas
para ser merecedoras de tu respeto,
tenemos el mismo brillo
y no te das cuenta.
No te das cuenta que sin nosotras
hasta tú estarías perdido,
no sabrías qué camino conduce a tu destino,
no sabrías diferenciar entre el bien y el mal.
Sin el brillo de la luna
no sabrías salir de la oscuridad.
Y tanto como ello, nosotras merecemos más.