Hay mantos que se sienten como la seda,
pero no es más que una mezcla
de pilopropipeno y plástico.
Hay momentos que se sienten mágicos,
pero pasan a ser segundo plano
cuando la amistad se ha fragmentado.
Hay amores que se sienten idóneos,
pero no son más que engaños,
falsías de la imaginación.
Hay días que se sienten mejores que estos,
y aunque disfrute de estar en casa,
sin ti esto no se sabe a hogar.
Hay mantos,
hay momentos,
hay amores
y hay días,
y siempre los habrán,
seguirán pasando
y esa es nuestra razón de existir,
sentir.