Sé que las admiraciones previas de tu cuerpo
no favorecieron a tu seguridad,
que incluso haces bromas de tus pechos
cuando yo, tan sólo de verlos,
me deleito por su belleza natural.
Sé que te quejas de las curvas que no se marcaron
o que tu cuerpo carece de feminidad,
que necesitas modificarte el corte de cabello
o que tus dientes necesitan un arreglo
aunque en las fotos no se noten los defectos.
Quiero ser honesta contigo.
No basta escalar montañas,
sino entender cómo llegaste a la cima,
no basta volcarse de los ríos,
sino entender qué te causó el golpe,
no basta caerse y rasparse las rodillas,
sino entender por qué te levantas.
No basta tener heridas del pasado
sino comprender que con ellas crecemos a diario,
te falta comprender que el amor propio es más importante que todo.
Así estés con tus pechos caídos,
que las pecas dejen de permanecer en tu rostro
y pasen a abarcar todo tu cuerpo,
que tus movimientos se vuelvan cada vez más lentos,
que tu memoria se quiebre por la vejez,