Las cinco de la mañana,
sola entre sábanas de mi cama,
si estuviese junto a mi
buscaría tu tibio cuerpo
y enredaría mis brazos alrededor de ti.
Recargaría mi rostro en tu espalda
y ahí me quedaría,
viendo pasar los minutos
hasta que el sol tome posesión de la mañana.
Sé que te quitaré el sueño con sólo sentirme.
Disculpa si lo hago,
pero quiero disfrutar de los días a tu lado,
quiero tomar todo nuestro tiempo
y no perder ningún momento.
Girarás tu cuerpo hacia mi
y una sonrisa me dedicarás;
tras el suspiro del cansancio,
volverás a perderte entre
sueños
y yo me deleitaré en tu descanso
dándote caricias por tu
rostro.
Y al despertar me preguntarás,
"De todo lo qué haces en las madrugadas,
¿Cuál es tu parte preferida?"
Y sin dudarlo te contestaré
"Cuando por error te despierto pero sientes que estoy
ahí."
Amor, hoy no estás aquí,
tampoco lo estarás mañana,
debemos ser pacientes ante las jugadas de la distancia.
No sé cuánto faltará,
cuántos amaneceres
y cuántos anocheceres quedan por pasar;
no sé cuándo nos volveremos a abrazar.
Pero sé que a las cinco de la mañana
estaremos sin conciliar el sueño,
la añoranza nos conectará en la distancia
y en un futuro cercano
despertaremos extrañándonos
sin darnos cuenta de que estamos ahí,
a lado de la otra empezando a vivir.
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