"Lluvia."
Eso es lo que pienso cuando sueño y no veo nada, cuando todo
está oscuro pero recuerdo suaves destellos blanquecinos que parpadean por todo
el lugar. Podría decir que son estrellas pero siempre a mi cabeza viene la
lluvia.
Quizá me preguntes: "¿Cómo sabes que son blancos los
destellos que ves al soñar?"
Todos me han dicho que es un color brillante, que te deja
sin poder mirar. Es casi envolverte en luz pero yo no conozco la luz, así que
lo relaciono con esos bonitos puntos.
"¿Cómo es la vida de un ciego?", me preguntan muchos. Puedo
decirles que es un verdadero misterio.
Conocemos de todo y a la vez no conocemos nada, percibimos
otros sonidos que ni usted lector, podrá siquiera percibir. Miramos sin ver
pero sentimos las presencias. Es, como si perteneciéramos a este mundo sin
pertenecer, nosotros todo lo vemos maravillosamente, lo vemos bello y
definitivamente no sé cómo definir esa palabra porque no veo, no sé para usted
que sea lo bello, pero para mi usted lo es.
Sin haberte visto, sé que eres bello... o quizá muy bella.
No entendería la desesperación de ustedes si llegaran a
quedarse como yo, sin poder mirar. Yo he nacido así, para mi es completamente
normal. Pero he de decirte que no es tan malo. He conocido a personas que
perdieron su visión y gracias a ello apreciaron más la vida, más de sí mismos,
así que si llegas a perder la vista no lo sientas como algo malo, siéntelo un
regalo.
Aunque... siéndote sincero, me gustaría ver. Me gustaría
ponerle un color, una forma, un aroma a todo lo que toco, a todo aquello que se
cuela entre mis oídos. Quisiera ver lo rosado de unos labios o lo sedoso de un
cabello. Quisiera admirar un paisaje y volar en la imaginación con el viento. A
veces imagino que veo, pero es sólo un pensamiento porque no puedo ver nada, no
puedo imaginarme a mi mismo viendo lo que no conozco realmente. Quisiera saber
el color de mis ojos y el de mi piel, quisiera saber que forma tienen los ojos
o incluso la lluvia que desliza de ellos.
Sí. A ello también le llamo lluvia y seguramente me
preguntarás, "¿Cómo sabes que es lluvia si jamás la has visto?"
Bueno, la he sentido y es tan igual a la que veo cada noche al soñar.
Sí llegas a caerte, él te animará aunque no aprecies lo
bello de tu ser.