No me permití llenarme de oscuridad ni me dejé arrancar el
alma. No me permití ahogarme en tanto silencio, no dejé que mis lágrimas se
consumieran en lamentos. Llegué antes del límite porque no quise desaparecer.
¿Cuánto debe dolerte una herida para dejarla agrandarse?
¿Cuánto debe dolerte la vida para querer fugarse de ella?
¿Cuánto te debes doler para no querer ver el sol otra vez?
¿Cuánto debe dolerte la vida para querer fugarse de ella?
¿Cuánto te debes doler para no querer ver el sol otra vez?
Sé de tantos que se ahogaron por no pedir ayuda. Sé de
tantos que se consumieron creyendo que nadie los veía. Sé de tantos que se
privaron de la vida por el desespero de la misma... Pero yo soy de esos tantos
que, si fueron valientes o cobardes, se quedaron aquí.
Nos quedamos porque sabíamos que ese no era nuestro final.
Me arropé los miedos y cuidé mis recuerdos.
Me perdoné las heridas y a quiénes me las hicieron, me transformé de fuera hacia dentro. Aún sigo tratando de volar, pero voy a paso lento.
Me perdoné las heridas y a quiénes me las hicieron, me transformé de fuera hacia dentro. Aún sigo tratando de volar, pero voy a paso lento.
Me repetí infinidad de veces un perdón más importante que
para el resto, el perdón hacia uno mismo.
"Perdón por el daño que te causé, perdón por no saber
manejar el miedo, el silencio y las lágrimas que corrieron hasta el pecho.
Perdona que no te haya valorado como merecías y nos haya lastimado. Perdona, me
lastimé a mi misma. Perdona, sólo perdona porque estamos en una nueva etapa y
nadie nos enseñó como amarnos. Perdona incluso a aquellos que nos jodieron la
existencia, porque ellos tampoco saben cómo amarse. Perdónate, porque tú eres
lo más importante. Perdónate, porque nadie más lo hará."
Y así me transformé.
Convertí mis memorias en versos, convertí mis reclamos en
canciones, convertí mis dolores en breves escritos, convertí mis lágrimas en
arcoíris al verme frente al sol. Me convertí en arte y pasión.
Me convertí en artista.
El artista entrega, en alma y amor, su visión de la vida. El
artista vivirá en todo aquel que llegue a sentir su arte, el artista es
inmortal.
El artista le da un sentido a la vida que pocos entenderán,
pero esos pocos comprendieron que se viven diversas vidas a través de un
sentir. Esos pocos entenderán que el artista les reveló sus más grandes
secretos y tanto como yo, aquí verán un par de ellos.
Mi vida siendo arte, mi vida en pasión, mi vida entre
versos.
Mi vida siendo yo.