para Escribiembre
¿Cómo despedirme de mi corazón?
¿Cómo despedirme de lo que fue?
¿Cómo irme sin decir adiós?
Hoy es el día
y mi apego, a carne viva,
acompaña a la nostalgia
que no me atrevo a sentir.
Qué difícil es despedirme
si el azul fue mi mapa
y la olas sus guerreros.
Qué difícil es despedirme
si el mar fue mi querencia
y el cadalso su destino.
Qué difícil es despedirme
pero este adiós no es para siempre,
porque siempre será hasta pronto.
Porque siempre seré suya,
siempre de cada nuevo viaje.
Hasta siempre, mi quinta edición.
Como nunca (te) amé,
como siempre te recuerdo.